El 1 de junio de 2022 falleció nuestro sensei, Vicente Borondo, Menkyo Kaiden de Shinto Muso Ryu Jo.
Cuando nos reunimos para darle el último adiós en el cementerio de La Almudena, nos acordamos que ese fue el lugar donde comenzó todo. En el año 2007, cuando Vicente llegó de Japón, solíamos entrenar en el parque frente al cementerio. Fue una época frenética de entrenamientos casi diarios. En la que se pusieron todos los pilares de Seiryukai en España. Un momento emocionante en el que Vicente nos animaba constantemente a ser mejores como jodokas y como budokas. No quiso solo traer el jodo a España, sino que siempre nos empujó para que fuese el mejor que podíamos dar.
Entrenando en el parque de La Almudena en 2007
Aunque nuestro Sensei se ha marchado, estos días he recordado especialmente dos de sus enseñanzas.
La primera que cada practicante del Shinto Muso Ryu es como un eslabón de una cadena, hay eslabones más débiles y otros más fuertes, pero todos son importantes para que el arte del jo pase de generación en generación.
Con Vicente se nos ha ido uno de los «eslabones» más fuertes, fue la persona que trajo el Shinto Muso Ryu Jo a España, después de entrenar durante años con Nishioka Sensei en Japón y el maestro que lo dirigió e impulsó durante años.
Esta página web en su conjunto sirve de memoria de todo el trabajo que hizo Vicente a lo largo de los años por el SMR Jo. Aquí solo algunos momentos memorables de ese largo recorrido:
Primer curso fuera de Madrid. Moncada Julio 2008
Tantos y tantos recuerdos a lo largo de los años.
La segunda enseñanza de Vicente que he recordado estos días que todo budo comienza con Rei y termina con Rei.
Cuando se saluda al Kamiza damos gracias a todos las personas que nos han permitido estar aquí y ahora presentes en ese momento antes de iniciar el entrenamiento: A nuestros padres y antecesores, que nos dieron la vida, y a nuestros maestros y sus maestros que nos han permitido poder practicar este arte.
A partir de ahora, cada vez que saludemos el Kamiza, Vicente Borondo Sensei tendrá un lugar preferente en nuestra memoria, sin él no estaríamos aquí.
Domo Arigato Gozaimasu, Sensei.
