por Fernando Pérez
Esta vez el viaje lo comenzamos desde nuestro dojo «Tai Itsu Kan», donde nos reunimos Vicente, Jose Luis y yo. Era el día 7 y estaba cayendo una nevada en Madrid espectacular, y aunque no estamos acostumbrados a este frío, imaginábamos que en Ginebra no iba a ser muy diferente, así que cogimos nuestras bolsas de equipaje y nos pusimos en marcha camino del aeropuerto, donde nos reunimos con Andrés y Paco, siendo éste el grupo de españoles que asistimos al Kagami Biraki del 2010.
Después de un corto viaje en avión hasta Ginebra, nos pusimos en marcha hasta el hostal donde pasamos la primera y la última noche, dejamos los equipajes y nos fuimos en busca de un lugar donde cenar. Entre dudas e indecisiones de donde entrar, por fin Paco tomó la decisión, «Un Pakistaní». La decisión no estuvo mal, pues la comida no fue poca ni mala, del precio mejor no comento nada.
Salimos con comida en la barriga y como hacía mucho frio y no era plan de ponerse a andar de noche por la ciudad, decidimos tomar alguna copilla para hacer la digestión, nos pusimos en busca de un «bareto» que conocíamos del año anterior donde nos trataron bien y estuvimos a gusto. Terminadas las copas y echándonos del bar porque era hora de cierre, nos fuimos al hostal a dormir y descansar.
El día 8 por la mañana abandonamos el hostal, y para seguir algo que terminará convirtiéndose en tradición, nos fuimos a desayunar a la vuelta de la esquina, donde nuestro amigo «Rayo» nos puso nuestros desayunos; una hora más o menos en desayunar, y es que donde esté ese camarero…
Gracias a la atención del hostal, pudimos dejar allí nuestras bolsas y acompañar a Vicente hasta el autobús que le llevaría hasta Cartigny, donde él empezaba un entrenamiento especial para profesores antes que nosotros. Jose Luis y yo aprovechamos para enseñarles algo de la ciudad de Ginebra a Paco y Andrés, haciendo un poco de tiempo hasta la hora de la comida. Después de comer recogimos nuestros equipajes y nos pusimos en marcha para Cartigny, en el viaje de autobús íbamos viendo como cada vez había más nieve, cosa que ya nos esperábamos.
Una vez llegamos al precioso y blanco pueblo, dejamos las cosas en el bunker donde dormiríamos, y como no había llegado mucha gente pudimos elegir litera sin problemas. Iba llegando gente y alegrándonos de ver caras conocidas de otros gasshukus, nos íbamos reuniendo gran parte de los asistentes.
Enseguida empezamos el primer entrenamiento, donde Pascal nos informó de la ausencia de algunos profesores y de que su estado físico no era el óptimo pues recientemente le habían operado de un hombro, lo que hizo que el entrenamiento lo dirigiese uno de los profesores de la FEJ, Fred Quant, el entrenamiento de este día fue básicamente «kihon tandoku» con unas cuantas repeticiones de cada movimiento y «kihon sotai»; aquí pudimos observar algunas mínimas diferencias que hay en el entrenamiento del grupo de Europa y el nuestro, siendo cada vez menos esas diferencias.
Tras 2 horas de entrenamiento y una ducha, tocaba repostar, así que todos a cenar. Allí se fueron incorporando el resto de jodokas que faltaban por llegar, ente ellos nuestro compañero cubano Jose Manuel y su pareja Italiana Roberta, hasta alcanzar la cifra de 120 participantes aproximadamente. Terminada la cena, el ambiente era tan bueno que muchos seguimos allí charlando unas cuantas horas más, hasta que el cansancio y la idea del entrenamiento del día siguiente nos hizo retirarnos a dormir.
A la mañana siguiente, después de dormir entre ronquidos que hacían temblar el bunker, desayunamos y a entrenar de nuevo. El entrenamiento del sábado por la mañana lo empezamos con Kenjutsu, donde hicimos todos el ejercicio «happo giri» en solitario realizándolo con diferentes ritmos de respiración a la vez que contábamos los movimientos.
A continuación demostraron las katas de Kenjutsu y nos dividimos en dos grupos, los que se sabían todas las katas y los que no. Se continuó el entrenamiento con las katas de las distintas series de Jo haciendo una pausa para la comida y un breve descanso, así hasta las 19:00 horas donde nos preparamos todos para hacer la ceremonia del «Kagami Biraki» donde el «sake» no puede faltar, el cual es servido por los profesores. Unos pequeños momentos para unas risas y unas fotos, ducha y todos a reunirnos para la asamblea anual de la FEJ, donde se anunció también donde y como iban a ser las condiciones del siguiente Gasshuku de verano, este año toca en Hungría.
Otra vez cena, cachondeo y a dormir.
Domingo por la mañana, un despertador se hizo famoso para todos los que dormimos en el bunker, el dueño del móvil no se enteró que estaba sonando, aunque todos los demás si, y encima fue unos de los primeros en sonar (Paco no te preocupes, que no diré que fue el tuyo).
Vestidos y preparados para entrenar otra vez, se incorporó al evento Sergi, que no pudo asistir anteriormente, comenzó el entrenamiento de la mañana, donde pudimos repasar y algunos hasta aprender algún kata nuevo. Tras una comida ligera volvimos a entrenar, algunos pudimos entrenar «Tanjo Jutsu». Los profesores tuvieron su tiempo para entrenar ellos con el «Kusarigama». Para terminar el entrenamiento, los profesores se pusieron en una línea para hacer de «Uchi Dachi» para todos los demás, que formamos filas delante de cada profesor con el que queríamos entrenar, así tuvimos la oportunidad de entrenar con los mejores.
Terminado el entrenamiento, llegó el momento más esperado para uno de los nuestros, nuestro «senpai» Jose Luis, que se examinó de Primer Dan, aunque los nervios casi le provocan algún fallo, los resolvió sin problemas aprobando el examen, y siendo el primer Shodan del grupo español. ¡¡ ENHORABUENA SENPAI !!
Ya casi sin mucho tiempo, recogimos nuestras cosas y preparamos nuestra marcha desde Cartigny, una vez más recibimos un trato formidable de la gente de allí, que se ofrecieron a llevarnos a Ginebra en sus coches, donde nos Íbamos a reunir otra vez unos 30 asistentes, para compartir una cena maravillosa. Con la cena casi acabada nos llegó un mensaje a los móviles de parte de otro gran compañero nuestro, Julián, comunicándonos el nacimiento de su primer hijo. Ya despidiéndonos de casi todos, nos quedamos con el grupo de Holanda, como no, con alcohol en las gargantas. Y como no estamos acostumbrados al horario de Suiza, se nos hacía temprano irnos a dormir, así que terminamos la noche en el «bareto» tomando unos cubatas antes de irnos al hostal.
A la mañana siguiente recogimos las cosas y durante el desayuno empezó a entrarnos la duda de si podríamos volver a España por la gran nevada caída en Europa, algunos aeropuertos como el de Ginebra estuvo cerrado el día anterior por la nieve. Pero parece que los «Kamis» estaban de nuestra parte y no tuvimos mayores consecuencias, llegando a Madrid casi a la hora esperada.
Todo vuelve a la normalidad y a la rutina diaria, pero eso sí, con ganas de reunirnos en más eventos como éste y pensando en la inauguración oficial de nuestro dojo (pero esa es otra historia).
