Escrito por: Félix Echeandia
El fin de semana del 16 y 17 de noviembre tuvo lugar en Valencia, como viene siendo una tradición, el curso anual de SMR Jojutsu en el Gimnasio Shinerkan impartido por Vicente Borondo, Menkyo Kaiden de nuestro bello arte.
Nos reunimos una gran parte de la gran familia de practicantes de SMR Jojutsu de España, provenientes del dojo MUSHIN de Valencia, del dojo TAI ITSU KAN de Madrid y del RANAI dojo de Barcelona.
El sábado por la mañana después del desayuno nos reunimos en el gimnasio Shinerkan vestidos con el keikogi y la hakama de color índigo, así como con nuestro inseparable Jo en la mano. La jornada matinal la dedicamos a la práctica de Kihon, en tandoku los dos primeros y sotai los siguientes. Sensei Borondo nos instruyó y corrigió algunos aspectos técnicos de los mismos según el nivel de cada participante, mientras realizábamos su práctica. Una vez finalizadas las técnicas básicas, pudimos ver como Sensei Vicente y Fernando nos mostraban un embu de la serie Omote para después poder practicarla por parejas, bajo la atenta supervisión de Sensei Vicente.
Tras reponer fuerzas, por la tarde, tuvimos la oportunidad de observar, tras ser mostrada en un embu y practicar las series Chudan y Ranai. Observar como el Mai- ai se va acortando y la velocidad de desarrollo de las katas y técnicas que las componen aumenta un grado, respecto a la serie Omote es lo primero que se puede resaltar de las mismas. En un análisis más detallado, es de mención destacar cómo de manera natural y constante a medida que uno se va adentrando en la disciplina se van adquiriendo ciertos valores mientras aprehendemos la forma externa de las series y como en nuestro interior se van gestando pequeños cambios. Nos vamos “afinando”, vamos interiorizando y combinando los diferentes principios como Zanshin, Shisei, Fudoshin, el Ki-Ai y su importancia al realizarlo sincronizada y correctamente con la respiración, entre otros, a medida que avanzamos en el Do o camino de muestro arte y por añadidura en la vida cotidiana de manera inconsciente, poco a poco se va gestando la forma interna, tantas veces olvidada en el mundo de las artes marciales.
Algunos tuvimos la oportunidad de entrar en la serie Chudan aprendiendo las dos primeras Katas, Ichiriki y Oshizume, bajo la tutela de Sensei Vicente, quien nos explicó a los presentes pequeños matices del porque algunos movimientos varían respecto a otros que se reflejan en la serie Omote, mostrándose el carácter de jutsu.
Finalizada la práctica comenzaron los acostumbrados nervios y la tensión anteriores al examen de grado que realizaron y superaron Manuel del Dojo Mushin y Félix del Ranai dojo, 4 kyu y 3 kyu respectivamente. Vino la calma y la exposición de las correspondientes correcciones y felicitaciones por parte de Sensei Vicente Borondo a los examinados.
Una vez finalizada la jornada sabatina, tras un día repleto de keiko, fuimos a la taberna japonesa a cenar de rigor a compartir muchas risas y amenas charlas, como es costumbre y una tradición en los cursos que se celebran en la capital del Turia.
La jornada dominical comenzó con la realización de los correspondientes uchikomis a modo de introducción y los posteriores embus de Kage y Samidare. Durante la misma nos dedicamos a la práctica de las distintas series según el nivel de cada uno. Cabe destacar la entrada en la serie Okuden por parte de Didac y Fernando.
Una vez finalizada la práctica de las katas de jo, tuvimos la oportunidad de ver un embu de Kasumi Shinto Ryu Kenjutsu , disciplina incorporada junto a otras armas, dentro del curriculum de Shinto muso ryu jojutsu, tras la cual los asistentes según su nivel, se dispusieron a practicar las katas de las diferentes armas que están integradas en SMR jojutsu.
Este curso al igual que los anteriores, nos deja material nuevo y otro no tan nuevo para asimilar, practicar y mejorar en nuestros respectivos dojos.
Sólo queda dar las gracias a todos los asistentes y especialmente a Sensei Vicente Borondo, Menkyo Kaiden de Shinto Musho Ryu Jojutsu, transmisor directo de la línea de Nishioka Sensei, por la transmisión de nuestro noble arte.
