por Juan Carlos Casas y Paco Casas
El European Jodo Summer Camp 2011 de la Federación Europea de Jodo (FEJ) se desarrolló en la pequeña localidad alemana de Zinnowitz en la Isla de Usedom (Mar Báltico) del 24 al 29 de julio.
Esta edición contó con 115 participantes de 11 naciones, destacando en lo que a número se refiere las delegaciones italiana, francesa y por supuesto suiza y también la presencia de participantes de Finlandia, Estados Unidos y Reino Unido.
Por parte española, nos desplazamos un total de seis personas. Cabe resaltar la ausencia de nuestro Maestro Vicente Borondo quien se encontraba recuperándose de una reciente operación.
Como es habitual José Luis y Paco se adelantaron unos días para disfrutar de Berlín (su meteorología, salchichas y cerveza). El sábado 23 viajamos el resto de los componentes (Roberta, José Manuel, Javier y yo); yo me uní a José Luis y Paco para pasar un día más en Berlín mientras que los demás se dirigieron directamente a Zinnowitz.
Aunque desde el sábado los profesores ya se encontraban entrenando (y el domingo se les unieron los líderes de grupo) no fue hasta el lunes cuando oficialmente se inauguró el Gasshukku.
El lunes comenzamos el Keiko en la playa disfrutando de un buen tiempo y realizando el primer Kihon Sotai desde las 6 hasta las 7:30, teniendo a continuación el desayuno hasta las 9.
A esa hora se realizó el saludo colectivo y con unas palabras, Pascal Krieger, Menkyo Kaiden y presidente de la FEJ se inauguró oficialmente el Gasshukku cuyo lea fue: ‘Sogo Budo no Jo’.
A continuación formaron dos grupos según el nivel, quedándonos Roberta, Javier y yo en el inicial (Omote).
Nuestro grupo realizó bajo la atenta supervisión de varios profesores una sesión de Kihon Tandoku en la que Pascal en personal explicó cada uno de los movimientos y los principales puntos a tener en cuenta.
Se concluyó el periodo matinal a las 12 con media hora de práctica de Kenjutsu (cosa que se repetiría a lo largo de todos los periodos durante el campamento).
Finalizó el día con una ronda de preguntas por parte de los participantes hacia Pascal, el cual aclaró y realizó los oportunos comentarios.
Después de la cena se realizó una presentación de todos los participantes saliendo por naciones y dedicando unas palabras de presentación cada uno de los líderes de grupo.
Del primer día cabe destacar el tiempo que fue perfecto para la práctica al aire libre en el campo de fútbol… estuvo cubierto y con una ligera brisa.
Lo mismo sucedió el martes (en lo que al tiempo respecta). Se comenzó de nuevo en la playa con Kihon Sotai (excepto los profesores que realizaron un entrenamiento a parte de las diversas artes asociadas al Ryu, lo cual se repetiría el resto de los días).
Por la noche Pascal arrojó algo de luz sobre las diferencias entre la EJF, la IJF y Seiryukai. Asimismo, explicó los orígenes e historia del Ryu y la actuación actual.
El miércoles fue el día cultural y se realizó una visita a Peenemunde, el famoso centro de investigación y desarrollo de cohetes alemán durante la Segunda Guerra Mundial que está situado a unos 15 km de Zinnowitz. Tras visitar las instalaciones y el museo, comimos allí y regresamos al pueblo para disfrutar de la única tarde de sol en la playa y sobrevivir a un baño en la ‘calurosas’ aguas del Báltico (aunque alguno prefirió no disfrutar la experiencia…)
El jueves, se dedicó al ‘Musei no Hi’ consistente en realizar todas las actividades habituales en silencio, desde el amanecer hasta la cena. Es una experiencia que me imagino que cada uno viviría de una manera distinta, pero que en cualquier caso siempre aporta nuevas y provechosas enseñanzas.
Por la noche Pascal compartió sus conocimientos sobre escritura y realizó a petición diversas caligrafías… dignas de ver. Destacar también que desde el jueves por la mañana el tiempo cambió bruscamente no dejando de llover continuamente hasta el final del Gasshuku por lo que todos los keiko se realizaron a cubierto en el polideportivo.
El viernes se entrenó sólo por la mañana, continuando la práctica de katas (incluyendo la práctica de Uchida Ryu Tanjojutsu). Por la tarde tuvo lugar un Enbu (con la magnífica participación de José Luis y Paco por parte española) y llevándose a cabo la clausura oficial del Gasshukku.
Posteriormente, se realizaron los exámenes destacando el gran número de personas que se presentaron a los mismos.
Finalmente, tuvo lugar la tradicional ‘Sayonara Party’, amenizada en esta ocasión por los bailes típicos ofrecidos por la delegación Alemana, que se extendieron hasta bien entrada la noche…
El sábado comenzó con un entrenamiento voluntario y un poco diferente en el que se practicaron las técnicas por el lado contrario al que habitualmente se realizan y finalizando con las últimas preguntas dirigidas a Pascal.
Tras lo cual iniciamos el regreso en tren a Berlín en donde de nuevo José Luis y Paco (a los que se les unieron Roberta y José Manuel) aprovecharon para prolongar su estancia en tierras teutonas un día más, mientras que Javier y yo regresamos a casa.
Por lo que respecta a las instalaciones, eran un centro de alto rendimiento de deportistas, pero se notaba la ‘austeridad’ característica de la antigua Alemania Oriental en lo referente al alojamiento y comida… no obstante las instalaciones de práctica eran muy buenas, con un campo de fútbol a escasos 10 metros del alojamiento y un polideportivo con varias salas pegado al campo de fútbol, incluso la playa no estaba a más de diez minutos.
Respecto a la estancia en Alemania, nuestro comentario más habitual fue la caída de todos los mitos alemanes (excepto uno…); en especial los viajes en tren fueron dignos de recordar (gracias desde aquí a Roberta y José Manuel por dejarme pasar primero y entrar a empujones en el tren para poder llegar a mi vuelo) parece que lo de numerar los billetes y los asientos no es una práctica común, lo que lleva a que el tren esté rebosando de personas de pie durante todo el trayecto (más de tres horas desde Zinnowitz…).
Agradecer también a Javier su labor de intérprete, lo que favoreció que no hubiera grandes sorpresas en lo relativo a la petición de comidas y cervezas.
Pero lo importante, más que la experiencia de pasar varios días en Alemania, fue la experiencia de convivir con más de cien personas que disfrutan practicando Jodo… el ambiente fue de primera destacando la cordialidad de todos, desde Pascal y los profesores (siempre dispuestos a corregir con una sonrisa el más mínimo detalle) hasta el último de los participantes.
Por otra parte, la posibilidad de practicar 8 horas al día durante una semana es una experiencia y una oportunidad únicas (sobre todo para los que como en mi caso estamos comenzando y sólo podemos asistir al Dojo una o dos veces por semana, aunque me imagino que para todos los niveles supone un gran progreso).
Como conclusión, decir que todos esperamos volver a vernos en la próxima reunión en el Kagami Biraki de enero.
