Escrito por Wayne Muromoto
Traducido por Josemi García
Supongamos que decides ingresar en un club de artes marciales, motivado por la publicidad del dojo, según la cual este es el representante exclusivo en los Estados Unidos de una antiquísima (casi mil años de antigüedad) y mística escuela de artes marciales, hasta ahora solo enseñada a sabios taoístas chinos.
Estupendo, piensas. Estas aprendiendo algo que solo unos pocos occidentales conocen, lo cual ciertamente va a aumentar tu estatus en cócteles y fiestas. De forma que el sudor de las sesiones de entrenamiento, y el pago de las cuotas mensuales no hacen mella en ti. Tus paso siguen la senda de antiguos guerreros samurais o de mas antiguos místicos taoístas.
Pero ¿Es esto cierto? ¿O estas siendo limpiamente estafado por un timador que sabe como utilizar las palabras adecuadas para embelesarte y lo que estas aprendiendo solo es un batiburrillo de técnicas robadas de oscuros libros e inaccesibles vídeos?
En el pasado nos hemos reído bastante de estos grupos y de sus cándidas presas, pero lo cierto es que continuamos recibiendo preguntas de personas que intentan desesperadamente aclarar la legitimidad del grupo al que están pensando unirse, y también recibimos cartas de protesta de miembros de algunos grupos con extendida fama de ser un camelo.
El problema es que nosotros no somos una agencia de limpieza de las artes marciales. Furyu no estampa el sello de aprobación a ningún dojo, dependiendo de que en este se esté o no diciendo la verdad. Este viejo editor se gana la vida como profesor de instituto, y su sueldo no le permite viajar mucho para investigar todos los dojos de los Estados Unidos.
Pero pese a todo, las preguntas siguen llegando, por lo que aquí va un pequeño y conciso dossier para averiguar si la escuela ninja-kung fu-jujutsu-wok stir fry-meditacion Tibetana de tu barrio es veraz o no. En realidad, solo con seguir unos sencillos pasos se puede averiguar si tu grupo es o no legitimo antes de que te pongas en contacto conmigo.
Revisa la Literatura
Aunque Furyu se abstiene de hacer comentarios directos sobre grupos concretos, puedes encontrar gran cantidad de información sobre personas y estilos de artes marciales en varias fuentes. Los libros de Don F. Draeger sobre artes marciales asiáticas es un buen sitio para empezar.
Si es una forma de ‘Do’ moderno, como el karatedo, el judo, aikido, etc, tu búsqueda va a ser bastante sencilla. Puedes preguntar a tu profesor si el club esta afiliado a alguna organización. Cada uno de estas artes están respaldadas por grandes organizaciones que certifican y dan grados a los miembros. Es cierto que algunas escuelas se han hecho independientes, debido a razones políticas o personales, pero aún así puedes comprobar si son razonablemente ‘buenas’ en la información publicada sobre ellas. Así por ejemplo, si quieres averiguar si Jiyushinkan ( una organización independiente ) enseña una variante del aikido fiable, deberías observar sus clases, hablar con los profesores, y después comparar con lo que se enseña en los libros de aikido de las librerías especializadas.
Internet, aunque es fuente de fraudes baratos, también es un gran recurso para contactar con gente. Seguro que varios foros de discusión te podrán poner en contacto con personas que te darán una opinión veraz y desinteresada sobre casi cualquier organización de artes marciales en los Estados Unidos. Encontrarás grupos de discusión de karate, aikido, iaido, jujutsu… Haz una pregunta acerca de algún grupo y en pocos días, si no en pocas horas, obtendrás montones de respuestas de casi todo el mundo que tiene alguna opinión sobre ese grupo.
Las Koryu ( escuelas de artes marciales antiguas) son un poco mas difíciles de escrutar, lo cual es la causa de que en ellas se encuentran mas fiascos, engañifas y supermaestros de medio pelo que, por ejemplo, en la escuela de karate Shotokan. Por lo pronto, la mayor parte de la literatura acerca de ellas está en Japonés, y no hay muchos practicantes en América que puedan ir a las fuentes fácilmente. ¿Como puedes saber si el Maestro Joe Bob es realmente maestro de un antiguo arte de la espada llamado Tenshin Shoden Shinkage Shinto Buga Buga ryu?
Otra vez: obtén toda la información que puedas en tu visita al dojo. Después intenta conseguir materiales que corroboren o refuten dicha información. Se que me van a odiar por darles mas trabajo, pero además de los libros antes mencionados, y de Internet,hay varias personas que pueden ayudarte, si no están muy liados. Hugh F. Davey, de la Shudokan Martial Arts Association mantiene estrechos lazos con personas muy acreditas en Japón. Diane y Meik Skoss, de Koryu Books eran y son miembros de varias koryu y grupos de estudio de Japón desde hace años. Ahora viven en el EEUU y son una fuente de información de primer orden. Kim Taylor, que edita el Iaido Newsletter, y enseña en la universidad de Ontario, en Canadá, patrocina varios seminarios de espada y de iaido, El también es una muy buena fuente de información. Puedes localizar a todas estas personas buscando en internet sus paginas web y o sus foros de discusión.
Las personas como el matrimonio Skoss o Kim Taylor cada vez son mas necesarias, porque los fraudulentos se están organizando y creando sus propios grupo legitimadores. Para dotarse de un cierto aire de autenticidad, algunos grupos se están juntando en mafias, en las que se otorgan décimos danes unos a otros. Así cada uno legitima la superchería del otro. De esta forma la información que puedes obtener acerca de un grupo, si proviene de su propia panda de colegas, te puede hacer creer que este es perfectamente legítimo. Para salir del error debes rastrear en la red y contactar con otros grupos no conectados con ellos.
Si se trata de un koryu, nueve de cada diez veces la escuela debe aparecer en el Bugey Ryuha Daijiten, un compendio de los sistemas de artes marciales compilado por Watatani Kyyoshi y por Yamada Tadashi. El libro tiene más de mil páginas en letra pequeña, y todavía no ha sido completamente traducido al Inglés. Obtener una copia de este libro (agotado hace tiempo en la editorial) en Kanda te puede costar varios cientos de dólares. Pero casi cualquier investigador biling¸e lo tiene en sus anaqueles, y es el primer sitio en el que busco cuando alguien me hace una oscura pregunta sobre el linaje de algún Koryu.
Otra cosa que te puede poner sobre aviso respecto al posible fraude de tu estilo sucede cuando tras preguntar al profesor o a los veteranos sobre el linaje, estos te despachan diciendo que no estas preparado para conocimientos secretos. La sociedad Japonesa es notoria por las montañas de legajos con documentos que ha producido, y cualquier koryu legítima ha sido profusamente documentada en los archivos de una provincia o de un clan. Watatani y Yamada recogieron y clasificaron todos los documentos conocidos, y compilaron una lista con varios miles de Koryus. Si tu escuela no está en el Bugey Ryuha Daijiten, empezaría a sospechar.
No todos los libros se han hecho de la misma forma
Unas palabras de advertencia: No todos los libros que se encuentran el las tiendas son igual de honestos. Como viejo periodista que soy, me he encontrado casos en que la gente cree todo lo que encuentra en letra impresa, precisamente por que esta impreso. Esto es un error. Incluso los escritores mas honestos pueden cometer errores sin querer. Y con el auge de los medios de comunicación de masas, y la caza del dólar fácil siempre presente, los libros, las revistas y por supuesto internet están llenos de todo tipo de mentiras, no solo en el campo de las artes marciales.
He visto libros impresos con vistosas portadas y estupendas fotografías que, me parece a mi, están llenos de mierda (perdón por la expresión , pero no puedo hablar de otra forma sobre ciertas cosas que he visto).
Alguien, una vez me mandó un libro sobre su profesor y sobre el estilo que enseñaba, tal vez para que yo fuera consciente de la existencia de un individuo tan especial. Si embargo lo que yo ví fue una muy bien orquestada estafa, hecha a este admirador y el resto de los estudiantes. Una estafa perpetrada durante décadas, apoyada en un muy hábil uso de oscurantismos, estereotipos orientales y falta de entendimiento de la historia japonesa.
Solo por que un instructor aparezca en Black Belt, Inside Karate, Karate-Kung-Fu, o alguna otra revista de artes marciales de gran difusión, no implica que la legitimidad este garantizada. Que no se me malinterprete: no estoy cargándome estas revistas. Son buenas en lo que hacen. Ofrecen actualidad y noticias sobre artes marciales para la mayoría de los practicantes de este país. Pero se ocupan de tantos tipos de artes y de tantos artistas marciales, de tantos ‘maestros’, que inevitablemente un par de fraudes se cuelan de vez en cuando, fraudes que son fácilmente detectados por aquellos que saben que buscar. De nuevo, es mejor basarse en material obtenido de investigadores mas capacitados, como Hugh F. Davey, Kim Taylor, etc.
Estudio de las trampas
También se debe estudiar el ambiente. La mayoría de los profesores legítimos, ya sean profesionales o se dediquen a enseñar solo unas horas, deberían comportarse como profesionales. Imagínate dicho sensei, con ropa de calle, como un médico de familia, un abogado, un profesor o con otra profesión que se te ocurra. ¿Es su personalidad y su comportamiento el de alguien en quien se puede confiar? Contrariamente a lo que la gente cree, los profesores de artes marciales en Japón y en China, normalmente actúan como personas normales y decentes. No suelen hablar con profundas sentencias en inglés entrecortado, ni viven en monasterios. En realidad, la mayoría de los profesores en Asia, excepto en las grandes organizaciones modernas, no ganan mucho dinero enseñando artes marciales. Llevan vidas normales, y actúan como personas normales, aunque a lo mejor enseñan habilidades extraordinarias. Si tu maestro (caucásico) de Janquen-Po-ryu entrecierra los ojos para parecer mas oriental, y arrastra sus palabras como una combinación de Marlon Brando y el Maestro Po, pero ha vivido toda su vida en Butte, estado de Montana, no hay que creer que es un sabio maestro . Lo que hay que pensar es que este tipo tiene problemas mentales serios.
El maestro del estilo Wu de T’ai Chi Ch’uan Eddie Wu no nos ocultaba nada a sus estudiantes cuando nos daba un seminario. No hablaba con circunloquios, sino que iba directamente al grano, siendo lógico y claro en sus enseñanzas. Cuando me sentía perplejo y le decía que no entendía cierta técnica, el no me contestaba ‘ah, pequeño saltamontes, debes meditar durante 20 años sobre una cama de clavos antes de entenderlo’, no. Decía: ‘agarrarme’, yo le agarraba y aparecía volando por los aires, habiendo entendido, ciertamente de forma expedita, lo que estaba explicando.
Y aunque mis profesores y sempais japoneses tienen todas las personalidades imaginables, nunca he encontrado un profesor legítimo que haga muecas y gruña como un samurai matón a lo Toshiro Mifune, venido del siglo 15, excepto por un tipo que era solo un gruñón, pero al que los demás miembros con alto rango de la escuela no reverenciaban como a una reencarnación moderna de un samurai, sino que a sus espaldas le llamaban vieja clueca soplagaitas.
También hay que fijarse en la decoración. Algunos dojos modernos pueden utilizar adornos para encandilar a los padres, y convencer a estos de que apunten a sus hijos: trofeos, estandartes, armas exóticas, insignias y banderines. Seguro que si. Pero todos estos añadidos ¿tienen mas importancia que el entrenamiento? Tantas insignias y escudos en el keikogui, ¿oscurecen el keikogui mismo? Si es así, puede ser que el profesor este tratando de ocultar algo, como por ejemplo que sus katas son un fiasco.
Las koryu son incluso mas austeras. Por eso si se entra en un dojo de escuela antigua, y se encuentra todo tipo de decoración tipo oriental, debemos estar alerta. Casi todas las koryu están influidas por el Shinto, el Zen y o las religiones esotéricas japonesas, en su arquitectura y decoración, por lo que tienden a ser austeras y sencillas en lo que se refiere a ropa de entrenamiento y mobiliario del dojo.
Una pintura o una caligrafía que cuelga, tal vez un arreglo floral, un pequeño altar y un lugar para colocar las armas. Con esto se describe el dojo principal en Japón de una de las artes que practico. Desde luego nada de tigres gigantes sobre fondo de terciopelo.
Mas allá de la legitimidad
Bien, has estado investigando un montón, y crees poder afirmar que tu estilo es legítimo. Pero aquí no acaba la búsqueda. Además de saber si el estilo es o no legítimo, debes decidir si realmente quieres o no pertenecer a esa escuela. A no ser que solamente estés interesado en permanecer el tiempo suficiente para obtener un cinturón amarillo, impresionar al personal de la oficina, y después dejarlo, debes ser consciente de que comprometerte con un maestro de un arte marcial va a requerir muchos años de tu vida. ¿Es ese dojo en particular un lugar donde vas a sentirte bien durante tanto tiempo?
Puede ser que el profesor este legitimado, pero practicar artes marciales en un lugar donde el instructor jefe intenta ligarse a las mujeres jóvenes no es un ambiente muy saludable, aparte de inaceptable para la sociedad americana actual. Los sempais y profesores ¿intentan crear un ambiente sano donde niños y estudiantes aprenden valores como el respeto, sinceridad y cortesía, o el objetivo del dojo es únicamente crear matones agresivos que ganen en las competiciones y en las peleas callejeras?
En mi artículo tampoco me estoy refiriendo a los híbridos que están proliferando últimamente. Las personas que enseñan estas actividades por lo menos son honestas, pues no engañan sobre lo que están haciendo. Así, pueden combinar karate con aerobic, añadiendo un poco de Thai Kick boxing, lucha libre, kung fu y cualquier cosa que puedan. Lo único que puedo decir es que si te gusta este tipo de actividad, por lo menos date cuenta de que vas a recibir exactamente lo que ves. Aprenderás una mezcolanza de todo eso, y no un único y consistente estilo. Tu debes decidir si este tipo de acercamiento a las artes marciales te gusta o no. A decir verdad, mucha gente prefiere las ropas de entrenamiento de satén con cinturones de piel, hilo musical de fondo y hacer karate-aerobic, al, de alguna forma mas tranquilo, comedido y serio entrenamiento de las artes marciales tradicionales. Aquí no se trata de un problema de legitimidad. Los tipos que enseñan esto, sea dicho en su favor, te dicen desde el principio que enseñan un sistema a base de mezclas creado por su genio. Supongo que es mas un asunto de buen gusto y de clase.
Por otra parte hay escuelas de artes marciales que bordean el carácter de sectas. Se puede arg¸ir que los tradicionales y legítimos grupos de iglesia son como sectas, pero la Iglesia Católica de América no exige que sus laicos denuncien a sus padres y amigos, ni que hagan cosas que les hieran o destruyan sus vidas. Los grupos de iglesia legítimos, creas o no en su religión, operan dentro de los límites de las restricciones sociales y morales, y en general empujan hacia la realización de buenas obras y a mantener un comportamiento elevado. Las sectas por el contrario utilizan el lavado de cerebro severo y dinámicas de grupo agresivas. El líder de la secta siempre tiene razón, incluso si se le encuentra durmiendo con los chicos y chicas jóvenes del grupo, por que Jesús esta con el. El fundador es la reencarnación de Jesucristo, aunque ha pasado un tiempo en una prisión federal por chantaje, lavado de dinero y evasión de impuestos. En definitiva, el ambiente de un dojo de koryu, puede ser un tanto cerrado y de acceso no fácil, pero no sectario. El maestro será respetado, pero no elevado a un inaccesible pedestal.
(El matrimonio entre sectas religiosas y artes marciales sectarias se puede estar produciendo mientras escribo. Artículos en periódicos, y rumores que corren entre mis contactos en la parte continental de EEUU sugieren que una gran secta religiosa esta planeando comprar varias cadenas de tiendas de artes marciales, para usarlas en el reclutamiento de jóvenes como nuevos miembros de su religión. La horrible unión entre artes marciales sectarios y sectas religiosas se habrá consumado.)
Finalmente…..
Vivimos en una era traicionera. Falsos profetas y fraudes abundan en todas las actividades humanas, religión, negocios, artes marciales. Profetas que prometen la salvación si les entregas tu dinero, tus verdades y tu alma. Si estas en uno de esos grupos, y quieres seguir creyendo contra todo credo, estas perpetuando la falta de honestidad y las mentiras. Deberías salir de ahí tan rápido como puedas. Si te preguntas si un cierto grupo es legítimo o no, antes de unirte a el, espero que este pequeño artículo te ayude a discernir.
Siempre me ha parecido que hay diferencias entre las artes marciales y la religión. Por razones que abordaré mas adelante, creo que se puede pertenecer a una religión (o ser un no creyente), y practicar cualquier arte marcial, incluso los mas esotéricos, mientras que seas tolerante con otras culturas y con conceptos no occidentales. Pero las artes marciales se parecen a las religiones en que su estructura y sistema son muy abiertos, y por ello susceptibles de caer en el abuso, en el desarrollo de conductas sectarias y en la avaricia mas chabacana.
A los tontos y a su dinero se les engaña fácilmente. No seas tonto. Usa el sentido común y los medios a tu alcance para decidir si vas a practicar un cierto arte marcial o no. No dejes que las ensoñaciones de convertirte en un gran maestro de las artes marciales te impidan reconocer las mentiras de algún falso profeta como lo que son.
Agradezco al Padre Douglas Skoyles la inspiración para escribir este articulo.
N. del T. Este artículo ha sido traducido del original que podéis encontrar en el siguiente enlace: http://www.koryu.com/library/wmuromoto4.html