por Javier Gil-Ruiz
Del 26 al 27 de mayo de 2012 se celebró en la localidad alicantina de Benissa un seminario de Shinto Muso Ryu Jo organizado por Seiryukai España y dirigido por Vicente Borondo, Gomokuroku de SMR Jodo y Shoden de la Federación Internacional de Jodo.
Los entrenamientos del Gasshuku tuvieron lugar en el Polideportivo “Palau Sant Pere” de Benissa, cuyas instalaciones fueron el marco perfecto gracias a su amplitud, limpieza, tranquilidad y generosos espejos. Quedamos agradecidos por su uso, y también por el del albergue municipal juvenil, situado en una zona anexa al Convento, en donde pudimos dormir por cortesía de las autoridades municipales.
El lema de este Gasshuku fue “Ki Ken Tai Ichi”. Esta expresión japonesa, que tiene bastantes implicaciones inherentes, se puede traducir como “La energía (ki), el arma (ken – espada) y el propio cuerpo (tai) son uno”. Cada corte o estocada es único, y debe aunar en un mismo instante nuestro movimiento corporal, el movimiento del arma y el kiai. Fuimos animados a fijarnos en los corolarios de este lema más necesarios para nuestra práctica. Como no emitir el kiai antes o después de impactar en el objetivo, sino en el mismo momento. O no avanzar con el cuerpo hasta no haber empezado previamente a mover el arma en el uchi o tsuki correspondiente. O tener el maai correcto al impactar.
El curso de los entrenamientos, como suele ser el caso, no se ciñó al transcurso rutinario de las clases, sino que tuvo tiempo para trabajar ejercicios menos usuales. Como por citar algunos ejemplos, practicar uchi komi partiendo desde un jodan con gyaku te, profundizar en la kata tsuba wari y en concreto en el movimiento de tsubame gaeshi que realiza uchidachi en un momento dado, o sencillamente realizar el kihon en tandoku frente al espejo. Fue asimismo ocasión de repasar conceptos de reiho en ocasiones concretas, recibir respuestas sobre dudas que surgen en las clases, etc. Por supuesto, gran parte de los entrenamientos fue dedicada a la práctica de katas con cada uno de los demás asistentes.
El gasshuku no se limitó al entrenamiento. Hubo largos gratos de agradable convivencia, en los que fuimos más que calurosamente recogidos por la familia de Marcos Sala Ivars, compañero e instructor del dojo Tai Itsu Kan. Los asados que hicimos en su casa campestre, su riquísima paella y su simpatía hicieron que este gasshuku fuera alegre e inolvidable.
